Un Duero SuavePorto
Tómese un día para disfrutar el Duero, sin prisa, empezando con un pequeño paseo por el río en una embarcación fluvial, admirando la belleza del valle del Duero y escuchando el río. Un guía local le hablará de leyendas y de algunas historias del Duero, mientras lo ayuda a localizarlas en el amplio escenario en el que se enmarca el lento discurrir del río. Más arriba, a poca distancia, en una pequeña finca agrícola de producción del vino de Oporto descubrirá toda la belleza del paisaje y de esta actividad agrícola, contada por quien la vive diariamente y verdaderamente la conoce. Tendrá tiempo para degustar incluso un vino que siempre ha ido mejorando a lo largo de los siglos hasta el día de hoy. Dentro de la finca podrá almorzar en plena naturaleza con un picnic y vinos de producción propia. A pocos kilómetros se encontrará con una de las mejor conservadas aldeas vinateras del Duero, con su magnífica Iglesia Parroquial que es patrimonio nacional, y podrá recorrer sus calles y encontrarse con su gente. Dese un paseo y recorra un tramo de vía romana para encontrarse con una ermita más antigua que la fundación de Portugal, en un lugar verde y místico, donde el atardecer es siempre diferente con su colores. Al final de la tarde podrá disfrutar de uno de los más bellos miradores del Duero donde es posible vislumbrar los contrastes del paisaje. Por un lado los viñedos del Duero, por la otra los pinares. Todo cerca, todo lento, todo dulce, todo suave, como el propio vino.
Duración: 8h30